domingo, 17 de mayo de 2009

La falta de respuesta da sentido a las preguntas.

No se me ocurrió solo una persona a la que me gustaría hacerle una pregunta. Se me ocurrieron varias. El problema es que, como de verdad son preguntas que me atormentan diario, si supiera sus respuestas, las preguntas en sí perderían fuerza y valor. Quizá la mayoría de estas entrevistas la podría hacer en la vida real, pero he sido cobarde o me han faltado los recursos:

1. A algún trabajador con antigüedad mínima de 3 años del Sanborns en Playas, acerca de un señor (cliente frecuente) que tuvo un percance de salud frente a sus puertas y que mi hermano y yo tuvimos la oportunidad de tratar de ayudar: ¿Han vuelto a ver a ese hombre comer en su restaurante? (Su anonimato me impide pensar en otra fuente de información para enterarme de si está vivo o no.) No me atrevo a preguntar. De ser la respuesta sí, creo que encontraría algo de paz. Si la respuesta es no...

2. A Michael J. Fox: ¿Podrías hacer algo por mi tío, por favor?

3. A Gabriel García Márquez: ¿Por qué nos hiciste esto?! :P (Ok esa se la formularía en mi cabeza cuando lo tenga frente a mí, la pregunta oral sería:) ¿Me podrías dar permiso de usar mi guión basado en tu libro Del Amor y Otros Demonios para llevarlo la pantalla grande, ya sea en Estados Unidos o México? Ya tuvimos la versión cubana, nos toca a nosotros ;)

4. Y, por último, a Dios, éste sí, si existiera: Are you having fun yet?

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P.D. Una disculpa, Daniel, por no haber seguido varias de las reglas del ejercicio.

2 comentarios:

  1. La disculpa está siendo procesada. Favor de esperar de 3-6 semanas para su envio.

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  2. mmm me parece que lili se fumo en el ejercicio... snif.. mi maldita dislexia me hizo leer mal y entreviste a un tipo en el zocalo jajajaj pero bueno no lo pondre :P hoy escribo mi ejercicio desde la smokiada ciudad de mexico saludos

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